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ViRuS:
Enemigos invisibles 



Como no los conocemos, nos dan miedo. Como a simple vista son invisibles, también. Los escuchamos nombrar, pero no sabemos bien qué son ni cómo lucen. Acá te lo contamos.

¿Qué es un virus? ¿Vive? ¿Se alimenta? ¿Qué forma tiene? Un virus no es un organismo común y corriente. De hecho, no está vivo. ¿Pero igual nos puede enfermar? Un virus no está ni vivo ni muerto. Es especial.

 

Todos los seres vivos presentamos características que nos definen. Por ejemplo: interactuar con el medio que nos rodea, alimentarnos y reproducirnos. Esto permite que tanto un humano como una planta o una bacteria puedan ser considerados seres vivos. Un virus no lo es. Un virus es un agente infeccioso; es decir, tiene la capacidad de infectar a un organismo vivo, como nosotros.

 

Nuestro cuerpo está formado por células, esas mínimas unidades que forman nuestros tejidos y nuestros órganos. Un virus, es un tipo de germen que entra dentro de las células de nuestro cuerpo, se aloja y allí genera muchos más virus “hijos”, siendo este uno de los resultados de la infección. ¿Entonces se reproduce?. No, un virus se multiplica. Y solo puede hacerlo cuando ha infectado una célula. Cuando está fuera de células vivas un virus tiene una existencia limitada.

 

Nuestras células son capaces de desarrollar muchas reacciones químicas usando como materia prima material que les llega de los alimentos que hemos ingerido mediante el torrente sanguíneo. De esas reacciones resulta la producción de energía y otros componentes moleculares que la célula necesita para vivir ella misma y que hasta comparte con las células vecinas. Un virus aislado es incapaz de hacer eso.

 

Cuando un virus infecta a una célula lo que hace es “tomar el control” de la situación. El virus modifica la maquinaria de esa célula que hasta entonces era saludable. La infección cambia los mecanismos que la hacen funcionar haciendo que, ahora, use su energía para trabajar haciendo más virus, que son una copia del que la infectó. Los virus controlan toda la producción de la maquinaria celular. Esa célula ahora está enferma, deja de producir para ella misma y no consigue la energía necesaria para sobrevivir.

 

Un virus tiene una estructura muy particular. Está compuesto por partículas muy chiquititas invisibles a nuestros ojos. Está formado por material genético, (¿escuchaste hablar de los ácidos nucleicos como ADN o ARN?), que tiene toda la información necesaria para realizar sus funciones y además de otras partículas como las proteínas. Suelen estar envueltos por una membrana de lípidos o grasas que los rodea. Hay virus que infectan células de los pulmones o de otros órganos como los del sistema digestivo. Dependiendo de qué tipo de células ataque un determinado virus pueden presentar diferentes enfermedades.

 

Cuando los virus producidos dentro de una célula enferma comienzan a acumularse adentro de esa célula (transformada en una especie de fábrica de virus) pueden romperla al salir todos juntos. ¿Qué pasaría si vos y tus compañeros intentan salir corriendo del aula al sonar el timbre del recreo, todos juntos? Si pusiéramos en lugar de una puerta abierta una puerta de papel, ¿qué pasaría? Se rompería. ¿Y si el aula fuera como un globo? Al romperse una parte, ¡se destruiría completamente!. Eso ocurre con la célula infectada. Los miles de virus “hijos”, copiados a partir del original, salen de esa célula causando su destrucción, van a infectar otras células vecinas, y todo el ciclo empieza otra vez. 

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¿Hay algo que podamos hacer
para parar a los virus?

 

Sí. Practicar las normas de higiene que los médicos recomiendan para impedir que los virus ingresen a nuestro organismo. Llevar un estilo de vida que fortalezca nuestros sistemas naturales de defensas. Y entrenar a esos sistemas mediante una técnica conocida como “vacunación”. (continuará)


Soledad Gori (bióloga)

Ilustraciones de Ana Schafir

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